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lunes, 19 de noviembre de 2018

La Consellería de Educació de la Generalitat Valenciana convoca un concurso de acceso a casi trescientas plazas de diversas especialidades del Cuerpo de Catedráticos de Secundaria

El Diarí Oficial de la Generalitat Valenciana de 2 de Mayo de 2018 ha convocado concurso de acceso a plazas de distintas especialidades docentes del Cuerpo de Catedráticos de Secundaria, hasta cerca de tres centenares.
Anuncio publicado en www.ancaba.net, con acceso a la norma de convocatoria:

sábado, 10 de noviembre de 2018

MVPAC. Martes 13 de Noviembre, 19'00 horas. Inauguración de la exposición "Oteiza tropical. Respuestas sin pregunta", de José Luis Vicario


El Ministerio saca a consulta pública el anteproyecto de reforma de la LOMCE, fuente: ANCABA. Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto.www.ancaba.net

 
 
 
Fechas en las que se somete a consulta pública:

Fecha de inicio: 26/10/2018

Fecha límite para la presentación de aportaciones: 10/11/2018

Remisión de aportaciones:  consulta.seefp@mecd.es e-mail

Documento de consulta pública previa 


La publicación de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) en el año 2013, contó con un frente de críticas y protestas del conjunto de la comunidad educativa y de la sociedad. Una parte de las previsiones contenidas en ella, y que la articulaban, vio suspendida su aplicación en el año 2016. Se hace, por tanto, imprescindible revisar la arquitectura del sistema educativo para afrontar los siguientes problemas derivados de la ley y que afecta sustancialmente a su aplicación y a la estructura del sistema educativo (criterios de titulación, implantación de las etapas y tránsito entre ellas: acceso a la FP y a la Universidad, etc.):
La organización de la enseñanza a través de itinerarios, (PMAR, FP Básica, adaptaciones curriculares del currículo para los ACNEE, etc.) ha aumentado las desigualdades en la educación y perjudicado la inclusión y la equidad.
Para poder obtener diferentes títulos era necesario aprobar las evaluaciones finales (reválidas), prescritas cuando el alumno ya no tenía posibilidad de mejora, que finalmente quedaron en suspenso.
Se permite la publicación de los resultados de las evaluaciones por centros, lo que puede dar lugar a clasificaciones jerarquizadas.
Una organización compleja del currículo, tanto para los centros (alumnos, padres y madres y profesorado) como para las administraciones, que establece jerarquía en las materias y criterios numéricos para la promoción (computando sólo algunas de ellas).
Se establece un mayor control y uniformidad, al hacer depender el currículo de los estándares de aprendizaje evaluables, sin referirse a las competencias como base de un currículo integrador.
La eliminación de los ciclos en Educación Primaria debilita la relación entre el profesor y su grupo y contribuye a incrementar el número de repetidores.
Se ha reducido el papel de los poderes públicos en su función de garantizar el derecho a la educación a través de la creación plazas públicas.
Menor participación de los distintos sectores de la comunidad educativa y desequilibrio de las competencias de gestión a favor del director y de la administración educativa, en la selección de éste.
La Religión confesional en Bachillerato pasa a formar parte como materia específica en los dos cursos, computándose ahora en la nota media para el acceso a la universidad o becas.
Excesivo reglamentismo en una norma de esta naturaleza, lo que dificulta el ejercicio de las competencias de las Administraciones Educativas y de la autonomía de los centros.


Necesidad y oportunidad de su aprobación
Para atender a los problemas cuya solución es claramente inaplazable y considerando el rechazo que el actual texto legal provocó, desde el mismo momento de su aprobación en gran parte de la sociedad, el Gobierno promueve en estos momentos una modificación de la ley en vigor

Dicha modificación habrá de recoger, de un lado, la eliminación de los aspectos más cuestionados. De otro lado, habrán de abordarse aquellos temas en los que se ha puesto de manifiesto una elevada coincidencia entre los problemas detectados por la comunidad educativa (recogidos en las comparecencias y documentos generados durante el fracasado intento de pacto del anterior Gobierno) y los objetivos y líneas estratégicas acordados en los organismos supranacionales e internacionales (UE y OCDE), cuyo seguimiento y evaluación se hace a través de evaluaciones periódicas.

Objetivos de la norma

Diseñar un sistema que atienda los diferentes intereses, aptitudes y capacidades del alumnado, garantizando la equidad y la calidad educativa en todos sus niveles y facilitando que ningún estudiante quede excluido, con el fin de lograr un ejercicio efectivo del derecho a la educación.
Regular una estructura del currículo al servicio de una educación inclusiva y acorde con las competencias básicas, valorando, respetando y apoyando la diversidad,
Regular el ejercicio del derecho a una enseñanza de la religión confesional, sin que obligue a una asignatura alternativa ni interfiera en la nota media obtenida en enseñanzas académicas, en el marco de los Acuerdos con la Santa Sede.
Recuperar el carácter formativo, continuo, colegiado e integrador de la evaluación, favoreciendo que sea un instrumento de diagnóstico y mejora para alumnado, centros y administraciones.
Hacer real y efectiva la participación de la comunidad educativa en el control y gestión de los centros sostenidos con fondos públicos, equilibrando las competencias del director o del titular y del Consejo Escolar.
Vincular la autonomía de los centros al fomento de planes estratégicos y líneas de trabajo para mejorar su calidad, exigiendo una mayor transparencia en la rendición de cuentas.
Mejorar el sistema de admisión con políticas activas, con el fin de que diversos colectivos se vean reflejados en los criterios de baremación y eliminar los elementos discriminatorios derivados de la especialización de centros.
Recuperar plenamente, para los poderes públicos, el mandato constitucional de la programación de la enseñanza, apoyando la coeducación.
Llevar a cabo una regulación de las competencias educativas del Estado y las CCAA respetuosa con el marco constitucional y basada en la cooperación y lealtad institucional.



Posibles soluciones alternativas regulatorias y no regulatorias

Los problemas detectados se derivan de algunas de las previsiones del texto actualmente vigente de la LOE en su versión modificada por la LOMCE (modificada posteriormente por tres textos más), por lo que solo es posible enfrentarse a ellos a través de la aprobación de una ley orgánica que modifique un parte de sus artículos.
La corrección de estos problemas podría llevarse a cabo realizando una nueva ley completa, pero la necesidad de dar seguridad jurídica a los centros y al alumnado y posibilitar una efectiva ordenación educativa con una cierta rapidez obliga a la modificación de la norma actual vigente.


 

 

 

viernes, 5 de octubre de 2018

"Cabildo de Arriba" (Santander), por Rafael Pérez Llano

Están derribando las últimas ruinas del Cabildo de Arriba. No voy a hacer un lamento por el impacto inexistente de la caída de lo viejo ni siquiera en su respetable acepción de antiguo y memorable. No voy a llorar por Sotileza, que nunca existió, porque prefiero a Casilda, de la cual pocos se acuerdan por su lastre de prisionera de su clase.
La historia de Santander es una descripción de derribos y abandonos. Eso no impide que la propaganda suela referirse a un pasado glorificado por la catástrofe. Quizá el aprecio al recuerdo del incendio vaya más allá de la conmemoración de un día trágico para mucha gente y parte de la querencia se deba a que produjo un espacio en blanco que enseguida se llenó con especulaciones y retranqueos y permitió clasificar aún más a la población en los barrios de la obra sindical vertical. No se recuerdan con el mismo énfasis los abundantes motines por la escasez e insalubridad del agua aunque el PGOU haya sido tumbado (de momento) por olvidarse de ese suministro en un futuro que se sueña masificado.
El Cabildo de Arriba fue barrio pesquero, como mucho antes lo fue el Arrabal (que el grabado de Joris Hoefnagel muestra junto a las redes tendidas en la playa) y luego también Cabildo de Abajo, en Puerto Chico y San Martín y mestizado con obreros de astilleros y fábricas de gas, azúcar y betunes. Cuando los pescadores y descargadoras fueron expulsados de la ciudad (un viejo anhelo de la burguesía de olfato y oídos hipersensibles a las tripas de sarda y al idioma pejino), esa parte arcaica de la calle Alta y las calles y callejas que rodeaban la catedral (entre las que hubo incluso un callejón llamado, como muchos pasos inferiores, del Infierno) tuvo el privilegio contradictorio de quedar como extrarradio interior durante décadas mientras el centro se iba conformando como el preludio del parque temático tópico con que hoy intentan elevar la ciudad a la excelencia turístico-hostelera-cultural.
Parece que Santander nunca favoreció la construcción de una hipótesis sobre sí misma. Me da la sensación (los expertos lo discutirán) de que este territorio y sus gentes estuvieron siempre en permanente transición hacia sí mismos, lo cual, por supuesto, no significa nada, pero queda bien para expresar mi desconcierto.
Se ha señalado que el crecimiento del XVIII llenó la ciudad de inversores inmigrados, muchos de los cuales no procedían de lugares tan lejanos como para romper los lazos con sus orígenes ni siquiera tras los cambios generacionales. Pero resulta evidente que los harineros castellanos, consignatarios vascos, hosteleros franceses, prospectores británicos o tranviarios belgas aprendieron de los hidalgos y banqueros autóctonos a autoproclamarse santanderinos de toda la vida con el mismo desapego irónico, ferviente y felizmente sardineril. A ellos se sumaron las aristocracias trashumantes en un triunfo vacacional y muy rentable debido en parte a pestes y guerras ajenas. La Ilustración entró lo justo para moderar los hábitos con permiso del obispado, pero la revolución industrial no consiguió un buen ensanche y el puerto comercial y pesquero fue empujado sin reparos hacia las marismas interiores.
Cuando la propiedad pasó de vertical a horizontal, el mundo siguió siendo el mismo, pero los negocios aumentaron y la especulación tomó las formas que hoy son ortodoxas, benditas e irrefutables, aunque los poderes (que sin embargo lo eran) no pusieran mucho empeño en imaginar una ciudad separada de la postal de casinos y baños de ola en playas alejadas, de modo que el núcleo urbano se estableció como el desván cultural de un banco (al otro lado de la bahía está el poder verdadero del búnker de datos), su logo, espacio de exhibición en terrazas y poco más.
La plebe, mientras, estaba y está a lo suyo: sobrevivir en los huertos y vaquerías asediados por la urbe, los talleres, las lindes portuarias (donde, como dice el tango, llegan almas de todos los vientos del mundo), los andamios, la hostelería y el precariado habitual. Y a veces, pero sólo cuando el desastre se hace alucinante y cotidiano (TUS), pelea contra el intento municipal de aislar la periferia humilde y blindar la pudiente.
El cabildo-margen se fue volviendo una anomalía enclaustrada en un centro que paradójicamente lo salvaba de la especulación inmediata -cosas del calendario de la ocupación del suelo-, así que cayó lentamente para acomodarse a otros planes, como el del litoral de San Martín, ya prefigurado en cemento, la ladera sur del cerro, de honrosa, pero ya vencida resistencia, y la continuación por el norte y el nordeste de un impersonal paraíso litoral.
No creo que lo que desaparece deba ser conservado; ni por una idea de belleza ni por cuestiones emotivas. Creo que la estética y sus emociones deben ser desacralizadas. No es la pérdida de lo antiguo lo que más me importa, sino la ausencia de rastros de evoluciones y revoluciones que puedan definirse en la memoria. Es la decadencia consentida y aprovechada lo que me molesta, la construcción de una huida hacia adelante basada en el modelo que repite los ciclos de crisis e ignora la evidencia de una ciudad cuyos habitantes huyen para dejar huecos que vender replicando vídeos de promoción turística y burbujas culturales amaneradas.Ya lo dijo Bernardo de Morlaix: sólo quedan del origen nombres vacíos. Espero que del Cabildo de Arriba permanezca el nombre. Así, al menos, alguien podrá preguntar de dónde viene.